El heptacampeón tiene claro que su actuación sirve para dejar de manifiesto que sus seis títulos en Mercedes no se han debido solo al monoplaza, sino en gran parte también a su talento. No obstante, Hamilton apunta a que no es la primera vez que su rendimiento reivindica sus logros.
«Creo que la carrera del domingo definitivamente fue una bendición, quizá disfrazada. Siempre hay una oportunidad para demostrarle a la gente que está equivocada y me gusta pensar que ésta fue una de ellas», ha afirmado en declaraciones recogidas por el portal Autosport.